A ocho horas de la ciudad de Quito en la provincia de Morona Santiago una pintoresca población situada a orillas del río Rumano, de difícil acceso y lejanía, ha permanecido por años como un lugar poco visitado y desconocido.
Separada por la cordillera del Cutucú, Macas es la puerta a lo que posiblemente es la última extensión del invaluable territorio selvático virgen en el Ecuador.
Con solamente 12 mil habitantes, Macas se ha desarrollado a través de los años como una ciudad de gente hospitalaria, pintorescas calles y una extrema devoción hacia su patrono la Purísima de Macas, a la que sus fieles le rinden varios homenajes durante el año.